viernes, 2 de septiembre de 2016

028 – PUERTO MALDONADO

Puerto Maldonado es una ciudad típica de la selva: calles en cuadrícula, anchas, polvo por doquier, siempre a medio hacer y vegetación exuberante. Los alrededores no están desforestados y desde la altura se confunde el final de la ciudad con la selva. Esto ocurre en pocas ciudades de la Amazonía.



Como es una ciudad grande y con edificios bajos, para desplazarse hay que recorrer grandes distancias y está llena de moto-taxis, motocarros-taxi y auto-taxis. Parece increíble que tanta gente pueda vivir de esta actividad.
Está situada en un gran meandro del río Madre de Dios, algo más abajo de la desembocadura  por la izquierda del río de las Piedras y antes de la confluencia del río Tambopata por la derecha. El nombre se lo dio el cauchero Fermín Fitzcarraldo, el de la película, que conoció muy bien la cuenca de este río. Le precedió explorándolo Faustino Maldonado que dejó escrito en un shihuahuaco  su nombre y el cauchero le rindió honores llamando al lugar Puerto Maldonado. No está corroborado pero queda bonito.



La frontera con Bolivia no queda lejos de la ciudad, río abajo, y otro de los lugares que quiero visitar es Riberalta, ciudad boliviana que se encuentra en la margen derecha del río Madre de Dios justo en la confluencia con el río Beni.


De la información obtenida en el puerto de la ciudad, el descenso del Madre de Dios hasta Riberalta era azaroso y podría tardar entre tres o cuatro semanas y además quería conocer el estado de Acre. Opté por desplazarme hasta Iñapari, por carretera, en la frontera con Brasil, y plantearme luego como llegar a Riberalta.

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